Cueva del Moro

Dificultad: Media

La Cueva del Moro representa el Santuario Paleolítico más meridional del continente europeo. Las figuras mas antiguas tienen una edad de 20.000 años (incluso más antigua que la mundialmente famosa Cueva de Altamira, en Cantabria). Esta cueva fue descubierta en 1995 por el espeleólogo Lothar Bergmann, ya fallecido.
Ruta
La cueva se encuentra en una gran laja de piedra en la zona sur de la Sierra de la Plata. Es fácil de divisar desde playa de Bolonia. Una vez llegado al pueblo de Bolonia tenemos una bifurcación, hacia la izquierda nos conduce a la playa. Nosotros tenemos que seguir hacia delante. A poco de andar volvemos a encontrarnos con dos posibilidades, debemos tomar la de la izquierda. Pasamos el Mirador de Camarinal y seguimos ascendiendo, la carretera gira a la derecha y nos conduce a la Cueva del Moro.

La cueva desde Bolonia.

Cueva del Moro

La ruta consiste en escalar hasta la cueva. Es imprescindible el uso de cuerdas, cascos, arneses y todo el equipo de escalada. Es arriesgado porque hay mucha altura y tienes que ir buscando grietas por donde pasar.
En la laja amarillenta se puede observar un nido de buitres, por lo que llevarse unos prismáticos debería ser indudable.

Vista desde la cueva


 Esta cueva fue encerrada el 7 de junio de 1999.
Calcos de Lothar Bergmann

                        Yegua preñada y restos de pintura roja.
Cabeza de équido.
Grabado de un caballo.

 
Por desgracia esta cueva también ha sufrido daños. Parece ser que la gente se traía un bote de pintura blanca hasta ahí arriba para simplemente dejar su nombre o poniendo PATO.

En este abrigo las únicas pinturas rupestres que aparecen -ya que lo demás son grabados- representan puntos.

 

Pero donde más puntos hay es en la planta superior. Es algo resbaladizo por la cera que han puesto en el suelo. No se sabe lo que simbolizan esos puntos, quizás tenga algo que ver con las estrellas.







Nosotros nos dispusimos a realizar el descenso. Y al irnos nos quedamos con estas imágenes tan hermosas de la puesta de sol. Pero antes, un buitre nos vigilaba sin parar, quien sabe a lo mejor esperaba comer carroña de escalador...